miércoles, 27 de marzo de 2013

LA SOLEDAD DE MARÍA

El espacio y el teatro son dos conceptos que han pugnado desde el principio, pero el uno no puede existir sin el otro. La definición de teatro, como la unidad dialéctica entre el escenario y la platea en un espacio de convenciones mutuas, así lo asevera. Sus antecedentes comienzan desde los juegos y fiestas primitivas. En aquel entonces existía un espacio total donde todos participaban; pero luego las cosas fueron cambiando y se fue conformando el espacio del público y los actores. Más tarde el sacerdote se separa del coro y encarna el papel del dios para enseñar las historias divinas. De esta forma se establece el espacio-escena y espacio-público(...)

La Edad Media fue otra etapa importante para el desarrollo del teatro y su espacio (...) el teatro eminentemente religioso representado dentro y fuera de la iglesia, léase misterios, moralidades y milagros, los cuales eran representados en diferentes escenarios que se construían a tales efectos (...) También había otro tipo de escena reconocida como la decoración simultánea, es decir que había diferentes lugares donde se actuaba al mismo tiempo. Algo muy original y propio de la época fue la de permitir que el público se moviera también con el espectáculo. Para ello, se construían varios escenarios hacia donde los actores se dirigían para actuar seguidos por el público.

El pasado 23 de marzo, la Escuela hizo su humilde aportación a la semana en la que se celebra el día mundial del Teatro, participando en el XIV concierto de Semana Santa de la Banda Municipal de Música San Miguel, con la representación del texto "La Soledad de María", de Julio Marante. 
Un espectáculo total, donde pudimos ver teatro, danza y música en directo, en un espacio poco recurrente últimamente, pero, no podemos olvidarlo, donde el teatro tuvo muchísima importancia en tiempos pretéritos.
Este nuevo espectáculo representado por La Escuela Municipal de Teatro Pilar Rey, surge de la idea de representar La Pasión a través de la madre que sufre, María, de sus pensamientos, sentimientos y temores, de su pena, su dolor y resignación.

Hago mías las palabras del autor:

"Los personajes principales, María y Juan, interpretados por Alicia Fernández y Javier de León, sorprendieron gratamente a este amante apasionado del teatro, Alicia, con momentos conmovedores en que el rol de la madre nos ensombreció el alma y nos aceleró el pulso y los latidos del corazón. “Tengo, Hijo Mío, los sentidos presos / para siempre unidos a tu cuerpo Santo. / Quiero mojar tu rostro con mi llanto, / ya que no pude secar tu llanto con mis besos”.
Impecable y singular fue la participación del resto del elenco teatral y de la Escuela de Danza, seguros en el gesto y el ritmo, y conscientes también de la ambientación y el espacio. Algo extraordinario, milagroso tal vez, se palpaba en el aire. Las intervenciones de la Banda de Música, dirigida por Gabriel Rodríguez, fue reflejo fiel del espíritu que emana de la fecunda historia de esta agrupación." 

Muchas gracias a Julio Marante por darnos libertad creativa, a Felipe por confiar en nosotros y poner de acuerdo a tanta gente, a José Gordillo por su impagable labor al frente de La Escuela de danza y su disposición a la hora de colaborar con nosotros, a Carmen Asensio por su maravilloso maquillaje, a Fran Álvarez por hacer que trabajar con él sea fácil, a Manuel Ángel por ponerlo todo de su parte y a Juan Carlos Martín por resolver el vestuario. También agradecer a Zacarías Gómez su apoyo desde la concejalía de cultura, a la Banda Municipal de Música y a la Banda de la Cofradía "La Pasión".
Mención aparte a las personas que intervinieron: Alicia Fernández, Javier De León, Maribel García, Victor Correa, Carolina De León y a todas las alumnas de La Escuela de Danza Maika Lerín...¡GRACIAS!

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